Cuando se trata de optimizar las operaciones de fabricación, especialmente para las líneas automatizadas en la planta de producción, la consideración más importante es utilizar la herramienta adecuada para el trabajo adecuado. Muchos fabricantes recurren a un sistema de ejecución de fabricación (MES) como primera solución a este problema. Después de todo, el MES está diseñado para controlar, supervisar y realizar un seguimiento de las operaciones de la planta de producción. Se trata de una herramienta diseñada para entornos de fabricación complejos, en los que la necesidad de controlar cada detalle -desde las materias primas hasta los productos acabados- requiere una supervisión exhaustiva. Pero para muchos fabricantes, MES no es el mejor punto de partida.
Aunque los sistemas MES son potentes, también son gigantescos monolitos que requieren importantes recursos, personal especializado y mucho tiempo para su implantación y mantenimiento. Las implantaciones de MES a menudo exigen meses de esfuerzo, grandes inversiones de capital y una personalización detallada para adaptarse a las necesidades únicas de la fábrica. Además, la experiencia del usuario suele ser engorrosa y requiere una formación exhaustiva para que los empleados comprendan plenamente su funcionamiento.
Como resultado, aunque un sistema MES promete un mayor control y visibilidad, su complejidad no siempre ofrece un retorno de la inversión (ROI) proporcional, sobre todo en el caso de fabricantes pequeños y medianos o con necesidades de producción menos complejas.
La idea equivocada: ¿Es MES el lugar adecuado para empezar?
La idea errónea más extendida es que el MES es el punto de partida para que los fabricantes alcancen la excelencia operativa. Después de todo, el MES ofrece funciones avanzadas como la programación de la producción, el seguimiento del trabajo en curso (WIP), la gestión de recursos y la recopilación de datos en tiempo real. En teoría, un MES ofrece a los fabricantes un control total sobre cada paso del proceso de producción. Sin embargo, para muchos, este nivel de control puede ser innecesario o, al menos, puede no ser el primer paso más eficaz.
En lugar de sumergirse en un MES a gran escala, los fabricantes pueden beneficiarse más de empezar con una solución más sencilla. Los sistemas MES suelen ser plataformas independientes, o pueden integrarse en sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP ), lo que añade otra capa de complejidad. La integración entre MES y ERP puede agilizar los procesos, pero también puede complicar aún más las cosas para los fabricantes que todavía no tienen visibilidad de las operaciones básicas. Antes de comprometerse con un MES, es fundamental preguntarse: ¿realmente lo necesita?
Ventajas e inconvenientes de los sistemas MES
Una de las mayores ventajas de un sistema MES es su capacidad para gestionar la complejidad. En industrias como la farmacéutica, donde la trazabilidad es fundamental, MES suele ser esencial. El cumplimiento de la normativa en estos campos exige un nivel de detalle minucioso sobre el recorrido de cada producto a través de la fábrica, lo que hace que MES sea indispensable para garantizar que no se escape nada. En estos casos, MES aporta un valor real al reducir los errores, garantizar el cumplimiento de la normativa y optimizar los procesos.
Pero para muchas otras industrias, el MES puede ser excesivo. Si su fábrica no requiere un nivel tan alto de seguimiento detallado o no se enfrenta a requisitos normativos estrictos, un MES puede ser como utilizar un mazo para clavar un clavo pequeño. La mayoría de los fabricantes no necesitan ese nivel de visibilidad o control granular para lograr mejoras significativas en la eficiencia, el tiempo de actividad y la productividad. De hecho, incluso los grandes fabricantes de automóviles, a pesar de contar con entornos de producción complejos, pueden considerar excesivo el nivel de detalle que ofrece un MES.
Otro problema de los MES es que a menudo intentan ampliar su funcionalidad más allá de lo que hacen bien. Aunque los sistemas MES destacan por ofrecer una visión detallada de los procesos de producción, no están diseñados para gestionar todos los aspectos de las operaciones de fabricación. Con el tiempo, los fabricantes pueden intentar utilizar MES para resolver problemas para los que no fueron concebidos, dando lugar a un sistema sobredimensionado que hace muchas cosas mal.
Por dónde deben empezar los fabricantes su viaje hacia la optimización
Para la mayoría de los fabricantes, el viaje de optimización comienza con una simple petición: "Necesito entender lo que está pasando en mi planta de producción". Aquí es donde muchos fabricantes creen erróneamente que un MES es la respuesta. Lo que realmente necesitan es visibilidad en tiempo real de los procesos de producción, el rendimiento de las máquinas y métricas clave como el tiempo de inactividad y el tiempo de ciclo. El objetivo debería ser obtener información inmediata sobre lo que funciona y lo que no, sin la complejidad de un MES.
En lugar de lanzarse a un MES, los fabricantes deberían considerar la posibilidad de empezar con un sistema de supervisión de la producción que se centre en proporcionar datos en tiempo real, sin las complejidades y los gastos generales que conlleva un MES completo. Esto permite a los fabricantes conocer rápidamente las áreas clave de la planta de producción, realizar mejoras y seguir avanzando a partir de ahí. Empezar de forma sencilla permite una mentalidad de mejora continua en la que se puede pensar a lo grande y actuar con rapidez.
Ventajas de la solución de fábrica inteligente
Aquí es donde soluciones como Nulogy Smart Factory ofrecen una alternativa atractiva a un MES tradicional. Smart Factory proporciona funcionalidades MES básicas como la supervisión de la producción en tiempo real, la recopilación de datos y la gestión de recursos, pero sin la abrumadora complejidad y el coste asociados a las implementaciones MES a gran escala. Smart Factory permite a los fabricantes implementar gradualmente las herramientas que necesitan para mejorar la visibilidad, reducir el tiempo de inactividad y aumentar la capacidad, todo ello sin invertir demasiado en un sistema que, en última instancia, puede ofrecer rendimientos decrecientes.
Una de las mayores ventajas de Smart Factory es su enfoque modular y flexible. Los fabricantes pueden empezar con las funciones más básicas -como el seguimiento del tiempo de inactividad, la supervisión de los tiempos de ciclo y la recopilación de datos en tiempo real de las máquinas- y ampliarlas a medida que crezcan sus necesidades. Este enfoque incremental permite a los fabricantes implantar una solución rápidamente y empezar a ver el retorno de la inversión casi de inmediato. En lugar de esperar meses a que un MES esté totalmente integrado y funcional, los fabricantes pueden implantar Nulogy en cuestión de días y empezar a recopilar la información que necesitan para realizar cambios significativos.
Nulogy Smart Factory también encarna la mentalidad de "empezar simple, pensar en grande, moverse rápido". Ofrece a los fabricantes la posibilidad de empezar poco a poco, resolviendo problemas inmediatos como el tiempo de inactividad y los cuellos de botella, y luego desarrollar funciones más avanzadas según sea necesario. Al centrarse en la herramienta adecuada para el trabajo adecuado, Smart Factory ayuda a los fabricantes a mejorar la eficacia general de los equipos (OEE), aumentar el rendimiento y optimizar el rendimiento de la fábrica, sin la complejidad y la sobrecarga de un MES.
Una nueva era de soluciones de fabricación
En el acelerado entorno de fabricación actual, las antiguas soluciones monolíticas como MES están siendo sustituidas por sistemas más ágiles, modulares y eficientes que se centran en resolver problemas específicos de forma rápida y eficaz. Los fabricantes ya no necesitan invertir en sistemas masivos y complejos sólo para obtener información en tiempo real de sus fábricas. En su lugar, pueden utilizar soluciones como Nulogy Smart Factory para obtener visibilidad, realizar mejoras y desbloquear la capacidad sin verse abrumados por funciones y complejidades innecesarias.
Por lo tanto, si ha estado considerando un MES para mejorar las operaciones de su planta de producción, puede que haya llegado el momento de replantearse su enfoque. Bienvenido al nuevo mundo de la optimización de la fabricación, en el que la herramienta adecuada para el trabajo adecuado significa una rápida implantación, una rápida comprensión y resultados cuantificables. Nulogy Smart Factory ofrece la flexibilidad y funcionalidad que necesita para competir en el mercado actual, sin los gastos generales y la complejidad de los sistemas MES tradicionales. Vea cómo funciona o solicite una demostración hoy mismo.